Medicina Tradicional China

Medicina Oriental y Medicina Occidental: Dos modos de ver, dos modos de pensar


Se cuenta en China una historia sobre un campesino que había trabajado en el servicio de mantenimiento de un hospital de misioneros occidentales recién establecido. Cuando se retiró a su remota aldea, se llevó consigo algunas agujas hipodérmicas y muchos antibióticos. Clavó una placa, anunciando sus servicios como médicos en la puerta, y cada vez que alguien le venía con fiebre, le inyectaba la droga milagrosa. Un porcentaje muy alto de esas personas se curaban, a pesar del hecho de que este practicante de la medicina occidental no tenía ni idea de lo que realmente estaba haciendo.

En Occidente hoy día, mucho de lo que se toma por medicina china no es muy distinto de la "medicina occidental" que practicaba el campesino chino de la historia.
De todo el complejo sistema de la medicina china, solamente los mínimos esenciales de la técnica de la acupuntura han llegado a Occidente. Las personas, con frecuencia, se encuentran mejor tras el tratamiento porque la acupuntura, es una técnica potente. Pero la profundidad teórica y el pleno potencial saludable de la medicina china permanecen en Occidente virtualmente desconocidos.

A resultas de ello, la mayoría de los occidentales tienen extrañas ideas sobre la medicina china. Algunos la toman por una "pócima milagrosa" como el producto de un pensamiento primitivo o mágico. Si una persona es curada mediante hierbas o acupuntura, solo ven dos posibles explicaciones: o bien la curación fue psicosomática o bien por casualidad, como si hubiera sido el feliz resultado de pinchar aquí y allá, sin que el "curandero" que estaba pinchando supiese muy bien que estaba haciendo.

La mayoría suponen, que la ciencia y la medicina occidental tienen la exclusiva posesión de la verdad, y que todo el resto de medicinas que existen son supersticiones.

Otros occidentales tienen opiniones más favorables de la medicina china, pero son igualmente erróneas. Muy a disgusto, a veces con razón, con los productos de la ciencia y la cultura occidentales, suponen que el sistema chino, porque se percibe como algo más antiguo más espiritual y más holístico, es también "más verdadero" que la medicina occidental. Mediante esta actitud se corre el riesgo de convertir a la medicina china en un sistema de fe religiosa, cuando en realidad se trata de un sistema de conocimientos racionales.

Ambas actitudes mistifican el tema, uno infravalorándolo con arrogancia, y el otro situándolo sobre un pedestal. Ambas representan obstáculos al conocimiento.
En realidad la medicina china es un sistema de pensamiento y una práctica coherente e independiente que se ha desarrollado durante más de dos milenios. Basado en textos antiguos, es el resultado de un proceso continuo de pensamiento crítico, así como de una amplia observación y experiencia. La medicina china representa una completa formulación y reformulación de materiales, llevada a cabo por prestigiosos practicantes clínicos y teóricos. Sin embargo, está también enraizado en la filosofía, la lógica y los hábitos de una civilización extraña y distinta a la nuestra. Por ello ha desarrollado su propia percepción del cuerpo, la salud y la enfermedad. 



La medicina china considera importantes algunos aspectos del cuerpo humano que no son significativos para la medicina occidental. A su vez la medicina occidental observa y puede describir aspectos del cuerpo humano que no son significativos para la medicina china. Por ejemplo, la teoría médica china en su fisiología no tiene el concepto de sistema nervioso como lo tiene la medicina occidental. Sin embargo se ha demostrado que la medicina china se emplea para el tratamiento de desordenes neurológicos con unos resultados sorprendentes. De igual modo, la medicina china tampoco considera en su fisiología un sistema endocrino tal como lo considera la medicina occidental, sin embargo trata lo que la medicina occidental denomina desordenes endocrinos. Tampoco la medicina china tradicional reconoce al streptococus pneumoniae como la causa patológica de la neumonía, sin embargo a menudo trata con eficacia la referida enfermedad.

Así mismo, la medicina china emplea también una terminología que resulta extraña al oído occidental. Por ejemplo, los chinos se refieren a ciertas alteraciones de la salud como generadas por "Humedad", "Calor" o "Viento". Las percepciones de las dos tradiciones reflejan dos mundos diferentes, pero ambas pueden curar el mismo cuerpo. La diferencia entre las dos medicinas es sin embargo mayor que la que se da entre sus lenguajes descriptivos.
La estructura lógica misma que subyace la metodología, las operaciones mentales que guían las intuiciones clínicas de los médicos y su juicio crítico, difieren radicalmente en ambas tradiciones: "No solamente los nombres de las enfermedades, no solamente la agrupación de sistemas no son iguales; sino que los códigos de percepción fundamentales que se aplicaban a los cuerpos de los pacientes, el campo de los objetos a los que se dirige la propia observación, las superficies y profundidades que recorre la mirada del doctor, la totalidad del sistema de orientación de su observación variaba".

Las dos estructuras lógicas diferentes han orientado a las dos medicinas en, distintas direcciones. La medicina occidental se ocupa principalmente de categorías de enfermedades aislables o de agentes de enfermedad, en los que fijar su atención, aísla, y trata de modificar, controlar, o de destruir.

El médico occidental empieza por un síntoma, a continuación busca en el mecanismo subyacente una causa precisa para una enfermedad específica.

La enfermedad puede afectar varias partes del cuerpo, pero es un fenómeno relativamente bien definido, bien delimitado.

La diagnosis hecha con precisión encuadra una descripción exacta y cuantificable de una estrecha área. La lógica del médico es analítica cortando a través de la acumulación de fenómenos corporales como el escalpelo de un cirujano para aislar una única entidad o causa.

El médico chino por el contrario, dirige su atención al individuo completo fisiológica y psicológicamente. Toda la información relevante, incluido tanto el síntoma como las demás características generales, es reunida y tejida hasta que forma lo que la medicina china designa como una "pauta de desarmonía". Esta pauta de desarmonía describe una situación de "desequilibrio" en el cuerpo de la persona.
La técnica de diagnóstico oriental no obtiene una entidad de alteración de la salud específica o una causa precisa, sino que dicta una descripción de la persona que siendo casi poética es operativa. La cuestión de la causa y el efecto es siempre secundaria frente a la pauta general. Uno no se pregunta ¿Qué X está causando Y?, sino, ¿Cuál es la relación entre X e Y?. Los chinos están interesados en discernir la relación entre eventos corporales que ocurren simultáneamente.

La lógica de la medicina china es organimística o sintética, tratando de organizar los síntomas y signos en configuraciones comprensibles. Las configuraciones totales, los patrones de desarmonía, proveen del marco para el tratamiento.

El método o técnica que se emplee trata luego de poner la configuración en equilibrio, de restaurar la armonía del individuo.

La diferencia entre la percepción oriental y occidental puede ilustrarse mediante algunos de los estudios clínicos efectuados en los hospitales de la China. En un estudio típico, un médico occidental usando los rayos X o la endoscopia del sistema gastro intestinal superior, diagnostica a seis personas que sufren de dolores estomacales, que padecen de úlcera péptica. Desde el punto de vista del médico occidental, basado en la tendencia analítica de ir cerrando el diagnóstico hacia una entidad subyacente, todos estos pacientes padecen la misma alteración de salud. A continuación el médico Occidental envía a estas personas enfermas a un médico chino para que las examine. Se producen los siguientes resultados:
Tras ser examinada y preguntado la primera persona, el médico chino encuentra que el dolor se incrementa al palpar, pero disminuye cuando se aplican compresas frías. La persona es de constitución robusta, de tez sonrosada, y tiene una voz fuerte y baja. Parece un hombre de opiniones firmes e incluso agresivo. Está empachado y su orina tiene un color amarillo oscuro. Su lengua tiene un color amarillo grasiento; su pulso es "lleno" y "tenso". El médico oriental describe a este paciente diciendo que tiene una pauta de desarmonía llamada "Calor Húmedo que afecta al Bazo".
Cuando el médico chino examina a la segunda persona, la encuentra un conjunto de síntomas diferentes, que configuran otra pauta distinta. La persona es delgada. De color pálido (ceniciento), a pesar de que sus mejillas estén coloradas. Está siempre sedienta, las palmas de sus manos están sudorosas, y tiene una tendencia al estreñimiento, al insomnio y a sudar por las noches durante el sueño. Parece nerviosa e inquieta. Su lengua está seca y ligeramente roja, sin "Tan"; su pulso es "fino" y también un poco "rápido". Se describe el estado de esta persona diciendo que tiene una pauta de "Insuficiencia Yin que afecta al Estómago", una desarmonía muy distinta de la de la primera persona. Consiguientemente, se le prescribiría un tratamiento distinto del caso anterior.

La tercera persona informa que el masaje y el calor alivian en cierto modo el dolor, dolor que se percibe como una incomodidad no grande pero sí persistente. Nota un alivio temporal cuando come. La persona tiene aversión al frío, la cara pálida, suda espontáneamente en las horas diurnas y tiene mucho sueño. Su orina tiene un color claro y orina con frecuencia; a veces tiene que levantarse durante la noche a vaciar la vejiga. Parece tímido, casi medroso. Su lengua está húmeda y pálida, su pulso "vacío". El estado de la persona se diagnostica como una pauta "Fuego Extinguido del Calentador Medio", denominada a veces como "Insuficiencia Frío que afecta al Bazo".

La cuarta persona se queja de dolores como calambres severos; tanto sus movimientos como su forma de estar son lentos y pesados. Las botellas de agua caliente alivian el dolor pero los masajes lo empeoran. La persona tiene la cara de un color blanco brillante y una tendencia a hacer deposiciones poco sólidas. Su lengua tiene una capa especialmente gruesa blanca y húmeda; su pulso es "apretado" y "resbaladizo". Estos signos llevan a un diagnóstico de pauta de "Exceso de Humedad Fría que afecta al Bazo y al Estómago".
La quinta persona tiene muchos eructos ácidos y sufre de dolores de cabeza. Su dolor es agudo, y aun cuando el masaje del abdomen lo hace disminuir, el calor o el frío no hacen efecto alguno. Es muy taciturna. La tensión emocional, especialmente la ira o la melancolía provocan ataques de dolor; el dolor es también peor durante las menstruaciones. Extrañamente, la lengua de la paciente tiene un aspecto normal, pero su pulso es particularmente "tenso". El médico concluye que esta afectada por una pauta de "Bloqueo de Qi de Hígado que invade al Bazo."

La sexta persona experimenta una punzada extremadamente aguda en el estómago que algunas veces se va a la parte posterior. El dolor es mucho peor después de comer y se ve agravado con el menor toque. Episódicamente vomita sangre, y a veces la deposición es negruzca. La persona está muy delgada y su color es más bien oscuro. Su lengua tiene un color púrpura oscuro con erupciones claramente apreciables de color rojo en ambos lados. Su pulso es "rugoso". El médico chino describe el problema del paciente como "Sangre en Estómago."

Por lo tanto, el médico chino buscando y organizando síntomas y signos a los que un médico occidental no hubiera prestado la más mínima atención, distingue seis pautas de desarmonía allá donde el médico occidental solo percibe una "enfermedad". Las pautas de desarmonía son semejantes a lo que en Occidente se denominan enfermedades en el hecho que su descubrimiento le indica al médico qué tratamientos prescribir.

Sin embargo son distintas de las enfermedades ya que no pueden aislarse de la persona en la que se están produciendo. Para la medicina occidental, el comprender la enfermedad significa que se descubre una entidad diferenciada que está separada del ser de la persona; en la medicina china, comprender significa percibir las relaciones entre todos los signos que presenta la persona y los síntomas.
Cuando el médico occidental se encuentra con un paciente con dolor de estómago, debería mirar más allá de la pantalla que forman los síntomas, y debería buscar el mecanismo patológico subyacente una úlcera en este caso, pero podría ser una infección o un tumor. Un médico chino que examina a la misma persona debe discernir una pauta de desarmonía formada por la acumulación de la totalidad de síntomas y signos.

Así pues, el método empleado en la medicina china es holístico, se basa en la idea de que la parte no puede comprenderse sin su relación con la totalidad. Por lo tanto, no se llega a una causa partiendo de un síntoma, sino que se la considera como un elemento de una totalidad. Si una persona presenta un síntoma, la medicina china quiere conocer cómo se integra dicho síntoma en la pauta corporal total de la persona. Una persona que está bien, o "en armonía", 'no tiene síntomas preocupantes y manifiesta un equilibrio mental, físico y espiritual. Cuando esa persona está enferma, el síntoma es solo una parte de un completo desequilibrio corporal que puede verse en otros aspectos de su vida y comportamiento.




El comprender este patrón general, con los síntomas como parte de él, es el desafío para la medicina china.

El sistema chino no es menos lógico que el occidental, es simplemente más analítico y sobre todo mucho más humano.

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