El CHI o Energia Vital



La palabra Chi o Qi es ampliamente utilizada en todos los textos chinos que versan sobre medicina, feng shui, esoterismo y artes diversas. Esta palabra denota a la energía vital que nutre y sostiene todo lo que nos rodea. Existen palabras equivalentes en otras lenguas como Pnuema en griego, Ki en Japonés, Prana en sánscrito, etc, todas ellas designan un aliento subjetivo que sostiene al universo.

Para un maestro de feng shui el Chi, alude a la existencia de un fluido invisible que nutre el espacio dotándole de vida y ciertas características. La tarea de un maestro es entonces, determinar la calidad, organización y distribución de esta energía en un espacio particular sopesando sus efectos, y encontrando estos positivos o negativos para según que funciones. El Chi es observado en las multiples formas terrestres tantos naturales como artificiales, los ciclos de tiempo y la influencia que marcan las direcciones.

En muchos tratados taoistas se describe la evolución del universo desde el punto de vista energético, con el vacio o Wu Chi representado por un circulo vacio, pasando por la concepción (ovulo fecundado), hasta la diversificación que representa el Yin y Yang simbolizada en la imagen del Tai Chi.

Distintos tipos de Chi
El Feng shui clásico utiliza la denominación Sheng Qi para expresar la parte positiva y benéfica de esta energía (lugares con buen feng shui) y la palabra Sha Qi para lo contrario, es decir, ambientes pocos favorables.

La forma más directa de saber si el Chi que le rodea es propicio o no, es usar su propia sensibilidad y sentido común. Un lugar con buen feng shui facilita que las personas se sientan bien y experimenten armonía en sus vidas. Un lugar con mal feng shui, facilita la enfermedad, la falta de entendimiento y el caos general por citar algunos adjetivos. Piense en un río de caudal limpio y movimiento apacible, este genera a su paso (Sheng Qi), piense en un cauce contaminado, estancado o turbulento (Sha Qi). Como los ríos el qi invisible se extiende por las direcciones, por las formas y en ciclos de tiempo.

En un grado más sutil, el tipo de Chi que es bueno para alguien, puede que no lo sea tanto para usted, así ciertos lugares, orientaciones, formas concretas, colores, etc pueden ayudar a una persona y dificultar la expresión de otra. Aunque existen unas normas generales para al espacio y el ser humano, estas pueden ser distintas según la idiosincrasia. Es como la exposición al sol hay quien se quema con 20 minutos y quien permanece horas intacto, lo que no que invalida que el sol en exceso pueda ser contraproducente.

Yin – Yang y los 5 elementos



Todos y cada uno de los organismos, en todas y cada una de las personas, están contenidos los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. De modo que también a cada alimento se le atribuye uno o varios de estos elementos. Que después de comer nos sintamos a gusto y con energía o, por el contrario, demasiado llenos o cansados, depende mucho de las proporciones de los cinco elementos en la comida.

Una nutrición sana basada en los principios de la cocina de los cinco elementos no sólo es saludable, sino también sabrosa y energética.

Nuestro cuerpo nos dará indicios de ello: si nos sentimos bien es que la comida ha proporcionado suficiente energía; si sentimos frío o cansancio después de comer significa que los alimentos no están equilibrados, o estaban vacíos de energía.

Organismo sano = abundante energía vital

Hace varios milenios, en China, se formuló la teoría de la energía y la vitalidad, y durante los últimos cien años los científicos han confirmado los principios básicos de este modelo.

De acuerdo a la filosofía china, un ser humano está sano cuando su organismo tiene abundante energía vital que fluye armoniosamente con el ritmo del día y la noche y los ciclos de las estaciones, una energía deficiente genera cansancio y apatía y, con el tiempo, puede derivar en enfermedad.

Hay quienes tienen suficiente energía, pero ésta queda acumulada en ciertas zonas del cuerpo; las consecuencia de estas obstrucciones son la tensión y el dolor. Así como un embotellamiento de tráfico en el centro de una gran ciudad ocasiona trastornos, igual sucede en el organismo; en ambos casos el fuljo normal se debe restablecer con las medidas adecuadas. Una alimentación cuidada, deficiencias energéticas y descongestionar las áreas obstruidas.

Si con frecuencia nos sentimos agotados, nos cansamos rápidamente y tendemos a sentir frío, necesitaremos platos que refuercen la energía y alimentos más yang.

Si a menudo nos mostramos irritables, tensos y sentimos pena o dolor, los alimentos del tipo yin (en especial los del elemento madera) nos serán de utilidad para equilibrarnos.
Todas las formas de manifestación en el cosmos constan de energía luminosa que fluye tanto del mundo visible como del invisible. Podemos sentirla en nuestro cuerpo cuando estamos felices y relajados; cuando sufrimos o tenemos dolor, nuestro flujo de energía natural se encuentra bloqueado.

Dos fuerzas universales


El encuentro del yin y del yang es sinónimo de la creación de la vida; son fuerzas que fluyen a través de nuestro organismo desde el momento de la concepción. Cuando amabas energías tienen la misma fuerza y están equilibradas, nos sentimos bien; cuando no, significa que una de las dos fuerzas predomina sobre la otra.

Si en nuestro organismo predomina el yin podemos sentir:


* Frío con facilidad
* Cansancio y falta de energía
* Como si necesitáramos abrigo y comida caliente
* Como si estuviéramos algo hinchados o abotagados
* Apatía y depresión

Si en nuestro organismo predomina el yang podemos sentir:


* Acaloramiento y tendencia a sudar
* Inquietud y energía nerviosa
* Como si necesitáramos alimentos frescos y beber mucho
* Como si tuvieramos la piel y los conductos nasales secos
* Tensión e irritabilidad con frecuencia

Lo importante es que estén en equilibrio

En un organismo saludable el yin y el yang tienden al equilibrio. Si uno de os dos prima sobre el otro se altera la armonía y, si este estado persiste, al final el yin y el yang se separan y la salud se desestabiliza. Se considera que el yang reside en la parte superior del cuerpo, mientras que le yin se inclina hacia la parte inferior. Cuando en un organismo el yin y le yang se separa, las señales son:



* Acaloramiento y tensión en la parte superior del cuerpo.
* Frío y falta de energía en la parte inferior del cuerpo.
* Ansia de alimentos calientes y fríos.
* Estímulo y apatía (alternativa o simultáneamente)





Para devolver el flujo armonioso a ambas fuerzas, lo mejor es consultar a un especialista en Medicina Tradicional China (MCT). Para tratar las enfermedades ya existentes, los especialistas en MCT realizan un análisis muy minucioso que determina cómo están distribuidas las energías en cada órgano o elemento. Muchas veces un elemento será deficiente, mientras que otro padecerá una congestión de energía. El tratamiento básico constes en refrescar el elemento congestionado y calentar el deficiente.

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